Nepal es un lugar en el mapa que llama a muchas personas. La mezcla de ingredientes que encierra ese bello rincón del planeta es única en el mundo: las montañas más altas del planeta (El Himalaya), una cultura oriental con sabor hindú aunque también budista, una espiritualidad desbordante que lo impregna todo y una gente acogedora, sencilla, humilde y relajada. Ese es parte del encanto y atractivo que mucho buscan cuando ponen su interés en visitar semejante país.

Hay muchas formas de sumergirse en ese país amable. Hay quiene van a hacer «alta montaña» en sus muy diversas variantes. Otros son atraídos por su espiritualidad, sus monasterios, templos. Otros por la mítica Katmandú y el aire a edad media que aún rezuma en algunas de sus zonas. Se puede ir a dejarse sorprender sin más, dejando que sea el propio destino el que configure la ruta según vaya apeteciendo . Como quiera que sea siempre se va a «algo».

Desde el año 2005 Nepal ha sido para nosotros un segundo hogar, un lugar querido al que siempre queremos volver, porque tiene «algo». A lo largo de estos años hemos ido descubriendo que existe incluso una forma más (no mejor ni peor) para adentrarse en Nepal: ir con la intención de aprender, de crecer. El turismo es una maravillosa forma de abrir la mente, soltar tensiones, desconectar de las maratonianas vidas cotidianas que a algunos tanto ahogan en el día a día. El turismo es un auténtico regalo en todas sus formas, especialmente si es sostenible y justo. Viajar a Nepal es una manera de contribuir a la economía de un país que vive de eso, de que otros les visiten. Acoger a otros es su principal fuente de ingresos, pero sobre todo una forma de entender la vida allí. Pese a que siempre nos debatimos con si no estaremos contribuyendo al turismo de masas que todo lo arrasa a menudo gana la opción de los pros. Aunque se pierdan «cosas» por el camino, si todos salen ganando es una buena manera de crecer a la vez. No queremos dictar qué es un turismo responsable, todo el mundo tiene una opinión al respecto, y todas son válidas e inválidas en algún sentido al mismo tiempo. La cuestión para nosotros es otra.

Himalaya Experience es una viaje para cierto tipo de personas. Algunos los llaman «buscadores». Muchos de estos «buscadores» también son sólidos aventureros, viajeros, inconformistas que buscan hacer las cosas de manera diferente, ni mejor ni peor, solo diferente. Por ello desde hace unos años diseñamos este viaje de autor a Nepal, el Himalaya Experience.
Estamos ante un viaje diseñado por amantes de ese país, que lo han trotado y hasta escalado en varias ocasiones. Siempre que hemos ido hemos vuelto renovados vitalmente en algún sentido. Desde la intención de compartir esa «experiencia» más allá de las fotos o el relato nació la idea de construir una experiencia inversiva en el país donde tocar todos los palos de manera ordenada, original y enriquecedora en el menor tiempo posible.
Para ello no podían ser menos de 12 días. Nepal no es un país de fácil acceso y hay mucho por experimentar allí.

Por ello dotamos al Himalaya Experience de todo lo necesario para disfrutar de un viaje de descubrimiento de sus tesoros y cultura, sus montañas y su espiritualidad. Pero nos faltaba algo. Sabíamos que había algo más. Nuestra profesión como formadores en desarrollo y crecimiento humano (en el contexto de la empresa privada) nos dio la pista: ¿Y si sumamos nuestro amor por viajar, por Nepal con nuestro amor por compartir conocimientos?. Ahí Sí dimos con la tecla.

La primera vez que llevamos a un grupo de «buscadores» a Nepal nos dimos cuenta de algo obvio: no todo el mundo busca lo mismo. La experiencia tenia que ser muy amplia y extensa para que el propio viaje sirviera de plataforma para aprender aún más, para experimentar aún más, para renovarse aún más. Nunca dejaremos de estar en deuda de todo lo que aprendimos con ellos.

¿Qué es el Himalaya Experience?. Se trata de viaje de auto-crecimiento, de un viaje con propósito, de un viaje con un sentido: experimentarse a uno mismo en un contexto de aventura moderada donde avanzar en el conocimiento de uno mismo mediante un mapa de trabajo y aprendizaje personal práctico, sencillo y directo.

Mientras externamente haremos muchas y muy variadas cosas (cruzar el país, caminar por el Himalaya, meditar en un monasterio budista, perdernos por sus ciudades míticas,,,, estaremos trabajando de fondo uno de los mapas más claros para conocernos mejor como seres humanos: el Sendero Óctuple de Buda o Camino Medio a la felicidad como también se le conoce.

La mezcla de estos dos planos de experiencia (viajera y de aprendizaje vivencial) son la esencia del Himalaya Experience y el motivo por el que marca un hito en las vidas de quienes se sumergen en el.

La llegada de un grupo de aventureros que han llegado al final del objetivo y en el fondo se observa parte de la cima de la montaña nevada

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